21 años

Hoy duermo en la habitación donde hace 21 años prácticamente le arrancaron el alma a mi abuela. Si las paredes hablaran...

Trato de imaginar el dolor que vivió mi familia. Es inimaginable.

Me convenzo pensando que todo en la vida pasa por algo y aún así no puedo entender semejante atrocidad.

No, no existen motivos racionales para quitarle la vida a una persona.

No creo que llevar en la conciencia el peso de haber cometido un asesinato se compare con el dolor de que hayan asesinado a tu vecina, a tu amiga, a tu tía, a tu vieja o a tu hija.

Una persona que tiene las agallas de cometer semejante acto no tiene conciencia.

Quien haya callado verdades y crea que aquella persona no tiene la conciencia limpia está ayudando básicamente a limpiarla con sus propias manos.

Acá no hay conciencia que pese ni diosito que castigue.

Acá lo que hay es un asesinato más sin resolver, una familia sin justicia, un asesino que respira el aire que le quitó aquella noche a mi abuela, personas que actuaron imprudentemente, testigos que dudaron, mintieron y hasta callaron.


Abuela, toda la familia carga el peso de tu ausencia.

Es admirable cómo los que más te sufrieron lograron salir adelante.

Y como yo, la generación que no conociste creció sabiendo lo que es la injusticia.


Y callo desde ya a todas las bocas sucias: en esta familia jamás se va a perdonar ni mucho menos olvidar.

(Antonella Delfino, 6 de enero de 2011)

a partir de mañana

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(además, las seguimos repartiendo).

desde acá

voy haciendo una lista
de todos los testigos
que cambiaron de parecer
que decidieron que habían vivido otras cosas
en días diferentes
que decidieron olvidarse de la fecha, de la hora y del lugar
como si fuera posible olvidarse.

voy haciendo otra lista
de todos los testigos
que no tenían nada que decir
entonces dijeron:
que mi mamá era buena como el pan
que mi papá era malo e iba a matarla.
que los dos eran lindos
y ella graciosa
y él inteligente
y se habían amado alguna vez
y francamente no daba
o daba envidia,
mucha envidia,
eso
se lo callaron.

voy haciendo otra lista
de todos los testigos
que tenían algo que decir
y no cambiaron de parecer
(pero sí de casa:
algunos se murieron
algunos se mudaron
no queda ni uno en la ciudadpueblo).

voy haciendo otra lista
de todos los testigos
que todavía no hablaron.
como es corta, agrego a los que mintieron
y todavía callan la verdad.
no es una lista: es un racimo
es el dibujo de mis bronquios
esperanza en estado puro
no obstante el tiempo y la mugre y el cansancio.

como estoy casi lista
y no sé todavía para qué
voy haciendo listas.